Physical Address
304 North Cardinal St.
Dorchester Center, MA 02124
Physical Address
304 North Cardinal St.
Dorchester Center, MA 02124
La publicación del libro "La batalla de Tumusla, la batalla innegable" de Carlos Medina Celi Liszárzuri marca un nuevo hito en la revisión crítica de la historia boliviana, en especial respecto al fin de la dominación española en el Alto Perú. En contraste con la obra "Necropsia de un fraude" de Valentín Abecia, que minimiza o deslegitima este enfrentamiento como un mero motín entre españoles, Medina Celi sostiene que se trató de una verdadera batalla con fundamentos históricos sólidos y testimonios verificables.
Contexto histórico
La batalla de Tumusla (1 de abril de 1825) ha sido históricamente subestimada o interpretada de forma confusa. Muchos autores tradicionales consideraron que se trató simplemente de un motín o una escaramuza entre españoles, ignorando su relevancia en el proceso de independencia de Bolivia. Sin embargo, según Medina Celi y otros investigadores como Julio Ortíz Linares y Franz Gustavo Flores, esta fue una confrontación organizada, con planificación militar, con participación de tropas reclutadas, apoyo extranjero (por ejemplo, desde Argentina), y una estructura de mando clara al mando de Carlos Medinaceli Lizarazu.
Principales argumentos del libro
Testimonios y cartas militares prueban que no se trató de un motín improvisado. Hubo comunicación con Sucre, movimientos estratégicos y ruptura de hostilidades por parte del ejército de Pedro Antonio de Olañeta, lo que refuerza la tesis de una batalla formal.
Pedro Antonio de Olañeta, un realista recalcitrante, desobedeció la capitulación firmada en Ayacucho y se autoproclamó autoridad en Charcas, extendiendo su dominio desde Oruro hasta Salta. Su negativa a retirarse fue lo que precipitó el enfrentamiento en Tumusla.
Tras la victoria de Medinaceli, los altos mandos patriotas (Sucre y Bolívar) minimizaron su papel para evitar que opacara a los grandes héroes "oficiales". Bolívar, incluso, mostró escasa simpatía hacia Bolivia, y solo se involucró a regañadientes.
Casimiro Olañeta, caracterizado como una figura ambigua y oportunista, habría influido en el nombramiento del país como Bolivia, en honor a Bolívar, buscando congraciarse con él, en un gesto simbólico más que histórico.
Crítica al relato oficial
El análisis de Medina Celi y otros historiadores coincide en señalar que la historia nacional ha sido contada en función de figuras centralistas como Bolívar y Sucre, relegando el rol de héroes locales. Se plantea así una reivindicación de figuras olvidadas o silenciadas como Carlos Medinaceli, cuyo papel en la consolidación de la independencia boliviana fue crucial.
Conclusión
La obra de Medina Celi no solo busca rescatar un hecho histórico, sino también provocar una reflexión sobre cómo se construye la memoria colectiva. La Batalla de Tumusla merece ser revalorizada como un episodio determinante en la independencia boliviana. En este sentido, el libro contribuye al fortalecimiento de una historia más plural, con héroes locales y batallas propias, alejándose de la narrativa oficial que por años privilegió figuras ajenas a los hechos más significativos en territorio nacional.